Vivimos en un mundo en constante cambio y las Entidades Fiscalizadoras Superiores deben adaptarse a los cambios si quieren seguir siendo relevantes. El avance tecnológico exponencial ha estado cambiando la forma en que vivimos y con la crisis de Covid-19, este proceso solo se ha acelerado. Con los avances tecnológicos, las organizaciones y las personas deben almacenar, organizar y utilizar enormes volúmenes de datos, procesar estos datos de forma más rápida y segura que nunca, utilizar una variedad de herramientas y tecnologías y hacer frente a una mayor velocidad de cambio.
Los gobiernos de todo el mundo también están invirtiendo en tecnología e introduciendo nuevos sistemas. Por un lado, las inversiones en tecnología pueden ayudar a los gobiernos a optimizar sus funciones, automatizar procesos y brindar mejores servicios a sus ciudadanos. Por otro lado, las soluciones digitales pueden ser vulnerables a ataques externos, corrupción y crear nuevos niveles de complejidad y exclusión.
Esto exige que las EFS adquieran nuevas habilidades y conocimientos para hacer frente a estos nuevos temas de auditoría. Por lo tanto, es importante que las EFS comprendan el cambio tecnológico que las rodea, evalúen las implicaciones de este cambio para su trabajo de auditoría, aprovechen el avance tecnológico en las auditorías de las EFS y puedan auditar las tecnologías empleadas por los gobiernos.